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Buscando aparecer como defensora de la “democracia” (así llama ella al régimen colonialista que EEUU. intenta imponer en todo el mundo), viene a nuestro país Rosa María Payá, invitada por el Partido Demócrata Cristiano de Chile.
Guardadora de un complaciente silencio ante el bloqueo más largo e inmoral de la historia humana, jamás emite una palabra contra este abuso genocida que agrede la calidad de vida de sus compatriotas; tampoco le parece a ella que exista injerencia alguna del imperialismo en los demás países; sin embargo, se autodefine como admiradora de las raíces del proceso revolucionario, buscando ofrecer una imagen más digna de crédito…
Por lo general no respalda sus afirmaciones, no aporta pruebas, y no las acepta tampoco; para ella los testimonios no son fuente de verdad, pero recita lo que publica la auto denominada “prensa libre”,repitiendo disciplinadamente los titulares de los grandes medios del imperialismo, esos que todos sabemos a quienes pertenecen, a los intereses que sirven, y han sido durante más de medio siglo, portadores de la campaña permanente de calumnias contra los logros de la Revolución Cubana.
Rosa María Payá es genuflexa ante la industrialización de la mentira, que durante medio siglo la derecha y el imperialismo han administrado contra la isla; cuando se le pide que respalde sus dichos, que aporte pruebas, fugitivamente salta de tema en tema, se ofusca, descalifica al interlocutor, y se victimiza, mostrándose como ofendida.
¡Con qué moral hablan de “falta de libertades”, quienes jamás han dicho una sílaba contra el terrorismo administrado desde Miami, que Cuba ha debido soportar durante 54 años, actividad que a la isla le ha significado 3.500 muertos y tantos otros mutilados!
Toda esa montaña gigantesca de ficciones que ella repite contra el país más calumniado de la historia, solo describe el estado anímico de grupúsculos fracasados, divorciados absolutamente de la ciudadanía cubana, y solo comprometidos con los dólares. Conforman esa cultura que repite falsedades trasnochadas, que no han logrado aislar al país más solidario del mundo.
Cuba expresa su amistad con los pueblos mediante sus brigadas médicas, mediante sus alfabetizadores, mediante la formación de miles de profesionales en forma gratuita para los países pobres del planeta. En la actualidad estudian gratuitamente en la Escuela Latino Americana de Medicina (ELAM), más de 25.000 estudiantes de un centenar de países, y más de quinientos jóvenes chilenos han pasado ya por sus aulas.
Las organizaciones más importantes del mundo, como la ONU, UNESCO, UNICEF, OMS, la OEA, El Consejo de Derechos Humanos con sede en Ginebra, el Bloque de Países no Alineados, la Comunidad de Países del Caribe (CARICOM) todas ellas felicitan a Cuba, día a día por sus logros y por su interés en la equidad. Dichos organismos dan fe que Cuba transita por buen camino, que lo hace democráticamente, y que el pueblo cubano apoya a su Gobierno.
Estos organismos internacionales se han ido haciendo más imparciales y más creíbles con los años, con su gradual independencia con respecto al imperialismo; por esta razón la Agencia por el Desarrollo Internacional de EEUU. (USAID), hace todo lo posible por esconder las informaciones de estas entidades, descalificándolas, intentando generar imagen de credibilidad en los titulares de la prensa de derecha, y financiando viajeros mercenarios.
Los logros de Cuba, reconocidos por las más prestigiadas organizaciones del mundo, nos motivan para desmentir con energía al desfile de vende patrias, que recorren el mundo calumniando a los valores de la Revolución, y defendiendo los intereses del imperialismo, esos que ellos denominan “la democracia”.
Es justo entonces que salgamos al camino a los francotiradores de la infamia tarifada como Rosa María Payá, que ahora viene a Chile difundiendo sus bien pagadas ficciones.
¿Y cuándo.., en su mansedumbre anexionista, ha expresado esta dama de modo alguno, solidaridad hacia los cinco presos políticos cubanos que fueron encarcelados en EEUU, por haber denunciado desde Miami la actividad terrorista contra la Isla, y de los cuales aún hay cuatro en injusta prisión?
Pero además, Rosa María Payá no va a hablar por cierto, de las cifras de la Unicef:
– 600 millones de los niños del mundo viven hoy en la pobreza.
– 250 millones de niños del Tercer Mundo entre cinco y catorce años tienen que trabajar para poder comer.
– 130 millones de éstos no reciben educación alguna.
– 6 millones de ellos padecen lesiones limitantes, causadas por guerras o conflictos armados.
¡Pues ninguno de ellos está en Cuba, porque los niños cubanos son los príncipes de la Revolución!
imallerandiperez 