Con amantes y detractores, intenso verano en #Cuba

 

AIN

Para muchas personas en Cuba, el período de verano es excelente porque pueden disfrutar de la playa y el intenso sol. Otras, por el contrario, se la pasan protestando al compás de un abanico, ventilador o bajo el amparo de sombrillas y gafas, cada vez más grandes.   Sin dudas, la etapa estival es una de las más polémicas de las estaciones del año. Aunque el verano siempre se ha caracterizado por las altas temperaturas, los constantes cambios climáticos, junto a otros elementos determinantes, hacen que se  registren cifras prácticamente insoportables.

Aun cuando es cotidiano sudar a mares en Cuba, muchas personas aseguran que  “esta vez sí se rompen los termómetros”. Probablemente quienes laboran día a día, bajo el implacable sol, podrán dar fe de ello.

Hablarían entonces barrenderos, vendedores ambulantes, deportistas, campesinos, pescadores y tantas personas cuya piel ha resistido los ardores del trópico cubano.

Lo cierto es que, según los especialistas, el ser humano siente más calor debido a la irradiación solar, la humedad, los vientos débiles y la nubosidad, factores que producen una sensación mayor a la temperatura real marcada por los instrumentos de medición.

Algunos caracterizan los meses de julio y agosto como los más calurosos; contrario a la creencia popular, los expertos sostienen que durante el sexto mes del calendario se registran los valores más altos del país, aunque el dato tiende a variar en dependencia al territorio.

En Cienfuegos, el record de temperatura máxima absoluta ocurrió en junio de 1998, cuando los termómetros marcaron 36.5 grados Celsius en el municipio cabecera; cifra superada en 2004 con los 37.8 registrados por la estación de Aguada de Pasajeros.

No obstante, la provincia de Granma rompió la marca nacional en 1999, cuando la estación de Jucarito indicó 38.8 grados.

Pese a tales resultados, el país todavía no compite entre los territorios más calientes, pues la ciudad de El Alzizia en Libia, marcó unos 58 grados en la sombra, el 13 de septiembre de 1922.

Otro aspecto curioso son las diferencias entre las horas del día, ya que durante el mediodía y la madrugada, se eleva la temperatura por  el incremento de la humedad, la absorción y posterior desprendimiento de calor de la tierra.

Por suerte, para quienes sufren cada jornada de calor, la ocurrencia de chubascos puede dar paso a la disminución de la temperatura. En algunos casos los valores han variado hasta seis grados en menos de media hora, mientras que en poblados del interior del país, alejados de la zona costera, siempre los registros serán mayores.

En Cuba, la temperatura media se ha incrementado de 0.6 a 0.7 grados Celsius desde 1951, y los pronósticos revelan que para  año 2100 pudiera aumentar entre 1.6 y 2.5 grados Celsius.

Los años posteriores a 2000 computan el promedio de temperatura más cálido de todos los registros climáticos disponibles.

Las evaluaciones y resultados recientes de especialistas del Centro Nacional del Clima, del Instituto de Meteorología, indican que este aumento de la media anual se explica por una significativa acentuación de las temperaturas nocturnas, lo que supone una mayor cantidad de calor disponible en la superficie terrestre en horas diurnas que debe liberarse a la atmósfera durante la noche.

Correrán tiempos en los cuales las bebidas refrescantes y la buena sombra serán codiciadas y hasta habrá quien considere bajar el peso corporal para enfrentar las temperaturas elevadas. De cualquier manera, amantes y detractores del verano colorearán las calles con toda suerte de abanicos y sombrillas.

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